Trump firma proyecto de ley para cancelar 9.000 millones de dólares en ayuda exterior y financiación a la radiodifusión pública.

El presidente Donald Trump firmó el jueves un proyecto de ley que cancela alrededor de 9.000 millones de dólares que habían sido aprobados para la radiodifusión pública y la ayuda exterior, mientras los republicanos buscan asegurar los recortes a los programas señalados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca.

La mayor parte del gasto que se está recortando se destina a programas de asistencia exterior. Aproximadamente 1.100 millones de dólares se destinaron a la Corporación para la Radiodifusión Pública (CBP), que financia a NPR y PBS, aunque la mayor parte de ese dinero se distribuye a más de 1.500 estaciones de radio y televisión públicas locales de todo el país.

La Casa Blanca había presentado la legislación como un caso de prueba para el Congreso y dijo que habría más paquetes de rescisión similares en camino.

Algunos republicanos se sentían incómodos con los recortes, pero aun así los apoyaron, temerosos de contrariar a Trump o desbaratar su agenda. Los demócratas rechazaron unánimemente los recortes, pero no pudieron detenerlos.

La Casa Blanca afirma que el sistema de medios públicos está políticamente sesgado y representa un gasto innecesario. Los conservadores dirigieron su ira especialmente contra NPR y PBS. Legisladores con amplios electorados rurales expresaron su profunda preocupación por las posibles consecuencias de los recortes a la radiodifusión pública para algunas emisoras públicas locales de su estado. Advirtieron que algunas emisoras tendrán que cerrar.

La senadora Lisa Murkowski, republicana de Alaska, dijo que las estaciones “no son sólo sus noticias: son su alerta de tsunami, su alerta de deslizamiento de tierra y su alerta de volcán”.

Respecto de los recortes a la ayuda exterior, la Casa Blanca argumentó que incentivarían a otras naciones a intensificar sus esfuerzos y hacer más para responder a las crisis humanitarias y que las rescisiones beneficiaban mejor al contribuyente estadounidense.

Los demócratas argumentaron que la animadversión de la administración republicana hacia los programas de ayuda exterior perjudicaría la imagen de Estados Unidos en el mundo y crearía un vacío que China tendría que llenar. También expresaron su preocupación por las consecuencias letales de los recortes para muchas de las personas más empobrecidas del mundo.

“Con estos recortes, causaremos muertes, propagaremos enfermedades y profundizaremos la hambruna en todo el planeta”, dijo el senador Brian Schatz, demócrata de Hawái.