El Parlamento ruso aprueba un proyecto de ley que castiga las búsquedas en línea de información considerada “extremista”.

MOSCÚ (AP) — La cámara alta del Parlamento ruso aprobó rápidamente el viernes un proyecto de ley que castiga las búsquedas en línea de información oficialmente etiquetada como “extremista”, la más reciente de una serie de medidas de las autoridades para reforzar el control de internet.

La legislación castiga con una multa de hasta el equivalente a 64 dólares lo que describe como “búsqueda y acceso deliberados a materiales extremistas” en Internet.

El proyecto de ley, que fue aprobado por la cámara baja a principios de esta semana, ahora deberá ser convertido en ley por el presidente Vladimir Putin.

La definición oficial de actividad extremista es extremadamente amplia e incluye a grupos de oposición como la Fundación Anticorrupción, creada por el difunto líder opositor Alexei Navalny, y el “movimiento LGBT internacional”.

No está claro cómo las autoridades localizarán a los infractores.

Funcionarios y legisladores afirmaron que los usuarios comunes de internet no se verán afectados y que solo se perseguirá a quienes busquen sistemáticamente contenido ilegal. No explicaron cómo las autoridades los diferenciarán.

Los rusos utilizan ampliamente los servicios VPN para acceder a contenido prohibido, pero las autoridades han intentado endurecer las restricciones y eliminar las lagunas legales. El organismo estatal de control de las comunicaciones ha utilizado cada vez más la tecnología para analizar el tráfico y bloquear protocolos VPN específicos.

Las autoridades rusas han intensificado su represión en múltiples frentes contra la disidencia después de enviar tropas a Ucrania en febrero de 2022.

Desde entonces, la censura en línea y los procesos judiciales por publicaciones y comentarios en las redes sociales se han disparado.

Numerosos medios de comunicación independientes y grupos de derechos humanos han sido clausurados, etiquetados como “agentes extranjeros” o ilegalizados por considerarlos “indeseables”. Cientos de activistas y críticos del Kremlin han enfrentado cargos penales.