Tailandia enfrenta un fuerte aumento en las tarifas de visas estadounidenses debido a que la nueva ley de inmigración introduce un recargo de doscientos cincuenta dólares.

 

Tailandia se enfrenta a un aumento en las tasas de visas estadounidenses debido a que las autoridades estadounidenses implementan una ley de inmigración adicional que establece un recargo de doscientos cincuenta dólares estadounidenses para las visas de no inmigrante, elevando el costo total de la solicitud a cuatrocientos treinta y cinco dólares para los tailandeses. Este aumento, incluido en la Ley One Big Beautiful Bill, supuestamente generará ingresos a nivel federal, pero probablemente desalentará el turismo y los viajes de negocios tailandeses a Estados Unidos, una reacción que se agrava aún más por la ya decreciente tendencia de las llegadas internacionales.

Los tailandeses que se preparan para visitar Estados Unidos podrían verse pronto obligados a asumir tasas de solicitud de visa mucho más altas tras la implementación de amplios cambios en la política migratoria estadounidense. El paquete de medidas, conocido como “One Big Beautiful Bill Act”, incluye la autorización de un nuevo recargo por visa que se aplicará a todas las personas no estadounidenses que deseen solicitar visas de no inmigrante. Para los visitantes tailandeses, esto equivaldría a más del doble de la tasa actual, o hasta 435 dólares por cada solicitud.

La medida ha alarmado a los analistas de la industria turística, quienes temen que el costo afecte la demanda de viajes al extranjero, especialmente entre los segmentos de ocio y negocios que dependen de una movilidad internacional fluida. Cabe destacar que la nueva política entra en vigor en un momento en que la recuperación mundial de los viajes ha sido desigual y Estados Unidos aún lidia con una caída en la llegada de visitantes internacionales que se prevé que se prolongue hasta 2025.

EE. UU. introduce una tarifa de integridad de visa de $250 para solicitantes no inmigrantes

El Congreso de los Estados Unidos, con el objetivo de reforzar la aplicación de la ley migratoria y generar ingresos federales adicionales, aprobó la ley One Big Beautiful Bill a principios de este año, que se convirtió en ley formalmente el 4 de julio. Entre las muchas disposiciones de la ley se encuentra la creación de una nueva “tarifa de integridad de visa”, que exige que la mayoría de los solicitantes de visas de no inmigrante, incluidas las categorías de turista (B2) y negocios (B1), paguen $250 adicionales en el momento en que se les otorga la visa.

Según especialistas en inmigración de Envoy Global, la tarifa se aplicará ampliamente a todas las categorías de visas de no inmigrante elegibles. Si bien no se ha anunciado una fecha de implementación específica para el recargo, las autoridades han indicado que el cobro comenzará próximamente, una vez finalizados los trámites regulatorios.

Los ingresos generados por esta tasa de integridad se depositarán en el fondo general del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Las autoridades afirman que esta financiación adicional contribuirá a mejorar la seguridad nacional y fortalecer la supervisión en materia de inmigración.

Impacto en los ciudadanos tailandeses y las tendencias turísticas regionales

Para los viajeros procedentes de Tailandia, los cambios representan un importante cambio financiero. Actualmente, los ciudadanos tailandeses que solicitan una visa estándar B1/B2 —que cubre tanto turismo como visitas de negocios de corta duración— deben pagar una tarifa base de $185. Con la incorporación del nuevo recargo por integridad de $250, el costo total de obtener una visa estadounidense ascenderá a $435.

Si bien el aumento afecta a todos los solicitantes de visas de no inmigrante a nivel mundial, los viajeros tailandeses se encuentran entre aquellos del Sudeste Asiático que podrían sentir el impacto más grave. Se espera que el aumento de la carga financiera afecte la planificación y el presupuesto de viaje de muchos posibles visitantes, especialmente para familias y turistas primerizos.

Cabe destacar que los ciudadanos de países incluidos en el Programa de Exención de Visas de EE. UU. (VWP) están exentos tanto de las tasas de visa estándar como del nuevo recargo. Sin embargo, Tailandia no forma parte del VWP y, por lo tanto, todos los solicitantes tailandeses estarán sujetos a la nueva estructura de costos.

Aumentan las preocupaciones en la industria turística ante la caída del número de visitantes en EE. UU.

La introducción de la tasa de integridad de visas llega en un momento de preocupación para la industria turística estadounidense. Las cifras de viajes entrantes para el primer semestre de 2025 han disminuido, lo que genera dudas sobre la competitividad a largo plazo de la oferta turística estadounidense. Los líderes de la industria han advertido que cambios en las políticas, como el aumento de las tasas de visas, podrían desalentar aún más los viajes internacionales a Estados Unidos, especialmente desde los mercados emergentes de Asia.

El recargo de $250 podría tener un efecto disuasorio, advierten expertos del sector, al inflar el costo inicial de visitar Estados Unidos, especialmente para turistas de economías de ingresos medios. Dado que Tailandia es uno de los mercados emisores de mayor crecimiento del Sudeste Asiático, la nueva política podría frenar el impulso que se venía acumulando tras la fase de recuperación de la pandemia.

Las barreras financieras podrían frenar las intenciones de viajar

La revisión de la estructura de costos de las visas estadounidenses podría generar un cambio en la percepción de los viajeros en Tailandia. Para muchos turistas, delegados de negocios y estudiantes, la duplicación de las tarifas de las visas representa un obstáculo financiero adicional que puede influir en la elección de destino. Los viajeros podrían optar por países con regímenes de visas más accesibles o costos de solicitud más bajos, como los de la ASEAN o la Zona Schengen de Europa.

Si bien la tasa de integridad no afecta a quienes ya poseen visas válidas, se aplicará a cualquier nueva emisión de visa, incluidas las renovaciones. Esto podría afectar a los ciudadanos tailandeses que viajan frecuentemente a Estados Unidos por motivos de trabajo temporal, estudios superiores, tratamientos médicos o viajes de placer de larga distancia.

El sector turístico estadounidense enfrenta un desafío difícil para recuperar la confianza de los visitantes

El sector turístico estadounidense se esfuerza por recuperar su posición como destino predilecto para viajes de larga distancia. Sin embargo, el momento del aumento de las tasas de visado podría contrarrestar los esfuerzos en curso para restablecer el volumen de visitantes internacionales. Varias organizaciones de marketing de destinos y grupos comerciales han instado a los legisladores estadounidenses a reconsiderar la política, señalando que el aumento de los costos de entrada contribuye a un proceso de tramitación de visados ya complejo y, a menudo, lento.

Agrava la preocupación el retraso en la tramitación de visas estadounidenses, que ha afectado a varios consulados estadounidenses en todo el mundo, incluido el de Bangkok. El coste adicional puede disuadir a los solicitantes, que ya temen los largos tiempos de espera, especialmente si la visa no está garantizada.

El corredor turístico entre Tailandia y Estados Unidos enfrenta desafíos de política y percepción

El corredor turístico de larga data entre Tailandia y Estados Unidos se ha sustentado históricamente en una sólida combinación de turismo, intercambios comerciales y cooperación académica. Sin embargo, la introducción de un fuerte aumento en las tasas de visado añade nuevas dificultades a este corredor, lo que podría afectar el volumen de viajes en ambas direcciones.

A medida que la demanda de viajes se vuelve cada vez más sensible al costo y la conveniencia, incluso cambios marginales en las políticas de visas pueden modificar los flujos turísticos. La comunidad turística tailandesa, especialmente los organizadores de viajes en grupo, los programas de intercambio estudiantil y los planificadores de viajes corporativos, probablemente reevaluarán la propuesta de valor de Estados Unidos como destino.

Pide reformas políticas equitativas y equilibradas

Expertos en movilidad global han instado a adoptar enfoques más equilibrados para la financiación de la inmigración que no afecten desproporcionadamente a los viajeros internacionales. Si bien la generación de ingresos para fines de seguridad nacional es esencial, los críticos argumentan que las políticas también deben considerar el valor económico del turismo receptivo y el poder diplomático asociado a los viajes accesibles.

Dado que el turismo receptivo genera miles de millones de dólares en ingresos para Estados Unidos cada año, imponer una mayor carga financiera a los turistas legítimos y a los viajeros de negocios de países como Tailandia podría socavar objetivos económicos y culturales más amplios.

El Gobierno tailandés podría explorar un compromiso bilateral

En respuesta a estos acontecimientos, las autoridades tailandesas podrían buscar la colaboración con sus homólogos estadounidenses para aclarar las implicaciones de la política y explorar vías para proteger los intereses de los viajeros tailandeses. Las conversaciones diplomáticas sobre acuerdos de viaje recíprocos, la tramitación acelerada para ciudadanos tailandeses o los esfuerzos para que Tailandia cumpla los requisitos para su futura inclusión en el Programa de Exención de Visados podrían cobrar impulso.

Además, se espera que los actores del turismo tailandés intensifiquen sus esfuerzos de cabildeo para evitar una mayor erosión de la demanda de viajes. El aumento de las tarifas coincide con los propios esfuerzos de Tailandia por impulsar el turismo emisor y receptor ante la creciente competencia de los países vecinos.

La política de visas se convertirá en un factor clave en los viajes en 2025

Con los cambios geopolíticos, las preocupaciones de seguridad y las recalibraciones económicas que influyen en las políticas de viajes globales, los regímenes de visados están moldeando cada vez más el comportamiento de los viajeros. En 2025, la asequibilidad de los viajes estará determinada no solo por las tarifas aéreas y los precios de los hoteles, sino también por los costos administrativos, como las tasas de solicitud de visado.

El cambio de política estadounidense subraya una tendencia global en la que los países están aprovechando las herramientas de inmigración para cumplir con sus prioridades fiscales o de seguridad internas, a veces a costa de la conectividad global. Para los viajeros de Tailandia, el aumento de la tarifa de visa estadounidense es otro factor a considerar al decidir a dónde viajar y cómo asignar los presupuestos de viaje.

Implicaciones estratégicas para los viajeros tailandeses y el sector turístico estadounidense

Con la nueva tarifa de integridad de $250, los viajeros tailandeses deben pagar una tarifa más alta para visitar destinos estadounidenses. Este aumento duplica con creces el costo anterior para los solicitantes de visa de no inmigrante, lo que podría representar un obstáculo para quienes tienen limitaciones presupuestarias o flexibilidad en cuanto al destino.

Si bien el gobierno estadounidense ha presentado el cambio como una medida para mantener un control estricto de los visados y reforzar la seguridad, el resultado podría ser una disminución de la demanda de viajes desde países en desarrollo como Tailandia. Ahora, tanto los gobiernos como sus industrias turísticas deben actuar con cautela para garantizar que su centenaria amistad no sufra daños indeseados.

Tailandia se enfrenta a un fuerte aumento en las tasas de visas estadounidenses, ya que una nueva ley de inmigración añadirá una tasa de 250 dólares a los solicitantes de visas de no inmigrante. Esto eleva el coste total para los visitantes tailandeses a 435 dólares, más del doble de la tasa actual, lo que podría afectar al turismo y a los viajes de negocios debido a la disminución de los viajes entrantes a Estados Unidos en 2025.

Ante la falta de una estrategia de mitigación cuidadosamente planificada, este aumento en la tasa de visado podría indicar el comienzo del fin del patrón de viajes tailandeses al extranjero, en favor de destinos con visado más económicos y más accesibles. En los próximos meses, el sector turístico observará atentamente cómo este recargo afecta la confianza de los viajeros, los patrones de reserva y las solicitudes de visado desde Tailandia.