Un importante líder sindical panameño involucrado en protestas contra el presidente José Raúl Mulino huyó del país el sábado para solicitar asilo en Bolivia, según el sindicato.
Saúl Méndez, secretario general del sindicato de la construcción Suntracs, uno de los más grandes de Panamá, abandonó el país dos días después de que el gobierno panameño presentara una demanda para disolverlo.
El sindicato se enfrenta al gobierno panameño en varios frentes, incluyendo la reforma de pensiones.
“¡Viva el pueblo panameño!”, gritó Méndez a sus simpatizantes al salir de la Ciudad de Panamá escoltado por la policía después de que el gobierno le otorgara un salvoconducto para salir del país centroamericano.
Suntracs declaró en un comunicado en X que Méndez “se exilia”, pero aclaró que “no lo silenciaron” ni “lo doblegaron”.
En mayo, el líder sindical escaló la valla de la embajada de Bolivia para solicitar asilo tras la detención de su colega. Erasmo Cerrud, otro miembro de la dirección de Suntracs, se encuentra refugiado en la embajada de Nicaragua mientras espera su salvoconducto. Dos líderes sindicales se encuentran detenidos.
La fiscalía acusa a los dirigentes sindicales de lavado de dinero, y el presidente Mulino califica a Suntracs de “mafia”, acusación que los sindicalistas niegan y que, según afirman, es una forma de encubrir la persecución gubernamental.
La ministra de Trabajo panameña, Jackeline Muñoz, declaró el jueves que “Suntracs tiene vínculos con actividades de lavado de dinero” que sus dirigentes gestionaron “para su propio beneficio” sin “protección real para sus trabajadores”.
Suntracs, uno de los organizadores de una huelga de trabajadores de la construcción a principios de este año, suele organizar protestas contra el gobierno derechista de Mulino.
Las manifestaciones han abordado temas que abarcan desde reformas a la seguridad social, un acuerdo que permite el despliegue de tropas estadounidenses en bases a lo largo del Canal de Panamá y medidas para reabrir una mina de cobre en disputa.