Las reservas de agua en la presa de Dukan, en la provincia iraquí de Al-Sulaymaniyah, han caído a su punto más bajo en más de 20 años, lo que aumenta las preocupaciones sobre el riego y el suministro de agua potable en toda la región del Kurdistán.
Las fotografías captadas por Shafaq News revelan un marcado retroceso de la orilla del embalse, con tramos de tierra seca que reemplazan zonas que antes estaban sumergidas. Sin embargo, los turistas siguen visitando el lugar, que sigue siendo un popular destino veraniego.
Las reservas actuales serán suficientes para satisfacer la demanda hasta finales de año, declaró el director de la presa, Kocher Jamal, a Shafaq News, aunque se negó a revelar cifras exactas, alegando restricciones oficiales. “Se está gestionando el almacenamiento para cubrir las necesidades de los próximos meses”.
En junio, Jamal informó que el embalse contenía alrededor de 1.600 millones de metros cúbicos (aproximadamente el 24% de su capacidad) debido a unas precipitaciones inferiores a la media de 220 milímetros en comparación con los 600 habituales, agravadas por la construcción de presas aguas arriba en países vecinos a lo largo del río Lesser Zab.
Los expertos advierten que si no se toman medidas locales y regionales urgentes para garantizar asignaciones justas de agua, la escasez podría empeorar en los próximos meses.