Argentina emerge en el radar de los inversores en centros de datos

Con un nuevo entorno macroeconómico y un gobierno centrado en fomentar la inversión privada, Argentina ha visto un renovado interés de los inversores en los centros de datos.

“Hay un interés mucho más concreto” de los inversionistas, dijo a BNamericas Alejandra Bugna, socia de Baker McKenzie.

La tercera economía más grande de América Latina está por detrás de sus pares tanto en capacidad de centros de datos como en proyectos en desarrollo, pero el renovado interés de empresas locales e internacionales podría impulsar más inversiones en los próximos años.

Pero el optimismo es cauteloso, ya que el pobre historial de seguridad jurídica de Argentina ha asustado a los inversores en el pasado.

Los temores de los inversores respecto a la repatriación de capitales disminuyen al analizar las alternativas existentes al momento de invertir, las herramientas y las posibles alternativas que podrían ser útiles. Argentina siempre tuvo, y aún tiene, alternativas. Es una cuestión de costos, afirmó Bugna.

Argentina tiene una buena oportunidad y “son muchos los requisitos que se cumplen a la hora de analizar este tipo de inversiones”, afirmó.

“En ningún país [los inversores] están exentos de desafíos”, añadió Bugna.

Las fortalezas de Argentina

Desde la disponibilidad de energía hasta una fuerza laboral calificada, conectividad submarina y de fibra óptica a gran escala y regímenes de incentivos, Argentina puede ofrecer un montón de oportunidades para las empresas dispuestas a invertir en centros de datos.

“Desde una perspectiva energética, los recursos están ahí y las fuentes de energía existen, incluso en lugares donde el clima sería más favorable para establecer un centro de datos”, como en la región de la Patagonia, dijo a BNamericas Ezequiel Artola, socio del grupo de práctica de energía de Baker McKenzie.

Como muchos países de América Latina, Argentina carece de infraestructura de transmisión, por lo que las empresas de data center buscan acercarse a la fuente energética para ahorrar en transporte y evitar tener que incurrir en grandes gastos para conectarse a la red.

En los alrededores de Buenos Aires, la disponibilidad de energía es limitada, ya que gran parte de la capacidad la utilizan las industrias. Sin embargo, en el sur, hay ciudades como Bahía Blanca donde sí hay energía.

Recientemente, el director de la empresa que administra la zona franca Bahía Blanca-Coronel Rosales declaró a BNamericas que se están llevando a cabo conversaciones con empresas interesadas en instalar centros de datos. La zona franca cuenta con un contrato de suministro eléctrico de 30 MW con Pampa Energía.

Cerca de la formación de hidrocarburos Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, la zona franca de Zapala también se ha promocionado para inversiones tecnológicas.