Análisis-Los sueños cupríferos de Argentina necesitan infraestructura, pero ¿quién la construirá?

SAN JUAN (Reuters) -Argentina posee ricos depósitos de cobre en el norte montañoso a lo largo de la frontera con Chile, pero, a diferencia de su vecino, una potencia minera, no ha construido las líneas eléctricas y los caminos necesarios para nuevos proyectos respaldados por mineras como BHP y Rio Tinto.

La campaña de austeridad del presidente Javier Milei para controlar la inflación y la deuda significa que el país sudamericano se enfrenta a desafíos mayores que la mayoría de los países para construir la infraestructura que necesitan las minas en todo el mundo.

Ideas no convencionales, como compartir infraestructura entre mineros o pagarla con regalías, probablemente serán parte de la solución.

“El gobierno dijo que no dará ningún financiamiento, pero eso no significa que no sea responsable de hacer las cosas”, dijo Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Minera de Argentina, quien insta a las autoridades a intensificar los esfuerzos para garantizar que se construya la infraestructura.

Argentina exporta oro, plata y litio, pero no produce cobre desde 2018.

La administración de Milei, así como los gobernadores que controlan el desarrollo local, apuestan al cobre para ayudar a estabilizar la volátil economía del país, justo cuando las compañías mineras de todo el mundo buscan aumentar la producción para cubrir una brecha de suministro inminente para el metal ampliamente utilizado en la construcción y los vehículos eléctricos.

Un funcionario federal dijo que el gobierno está evaluando las necesidades de infraestructura en todo el país e identificando formas en que el sector privado podría desempeñar un papel.

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Ocho proyectos de cobre en Argentina podrían elevar el valor total de las exportaciones mineras a 15.400 millones de dólares en 2030, según un pronóstico del gobierno.

Esto triplicaría con creces la cifra del año pasado y convertiría al sector en una de las mayores fuentes de divisas del país. Solo los proyectos cupríferos podrían generar 5.200 millones de dólares para 2030, si alcanzan la proyección gubernamental de producir 521.000 toneladas métricas al año.

Los proyectos cupríferos se concentran en la provincia norteña de San Juan, a la que algunos llaman la “Vaca Muerta del cobre”, en alusión al yacimiento de petróleo y gas de esquisto de Argentina, del tamaño de Bélgica.