La estrella de ‘Deadliest Catch’, Sig Hansen, culpa al ego y la codicia por las decisiones imprudentes en el mar

El capitán Sig Hansen, protagonista de “Deadliest Catch”, no es ajeno al riesgo.

Aunque Hansen, de 59 años, ha pasado décadas navegando por las brutales y heladas aguas del mar de Bering, dijo a Fox News Digital que no son sólo las tormentas y las temperaturas gélidas las que han puesto en riesgo su vida.

El veterano pescador de cangrejos habló con franqueza sobre las decisiones peligrosas que ha tomado en el mar, incluida una decisión impulsada por el ego que casi le cuesta todo.

“Bueno, fue la congelación… eso fue impulsado por el ego”, comentó Hansen. “Y cuando te mueves por el ego y te preocupa ganar más dinero y tu avaricia te hace pensar más que tu sentido común, no es bueno”.Hansen reflexionó sobre una carrera llena de decisiones cruciales y consecuencias aún mayores. A pesar de sobrevivir a algunas de las condiciones de pesca más peligrosas, admitió que hay momentos de los que nunca dejará de arrepentirse.

La estrella de ‘Deadliest Catch’, Sig Hansen, revela sus mayores arrepentimientos y errores de su peligrosa carrera.Video
“Hay muchos arrepentimientos. O sea, ¡Dios mío!, tuve un infarto en el mar… Quizás debería haber colgado las espuelas hace mucho tiempo”, dijo Hansen. “Y para un pescador, siempre es esa mala temporada, ¿no? Así que hay muchos arrepentimientos. Se cometieron muchos errores. Pero hemos tenido suerte, no hemos perdido a nadie y todos estamos bien. Eso es bueno”.

Un momento casi trágico del comienzo de su carrera que todavía lo persigue fue un error que provocó una lesión grave de un miembro de la tripulación.
“Hubo un hombre que se lastimó. No diré el nombre. Eso fue hace muchos años. Creo que tenía unos 27 o 28 años”, recordó Hansen. “Fue después de una tormenta… Vi venir la ola y no logré activar la alarma para avisarle. Cuando lo golpeó, lo tiró por la cubierta y se lastimó mucho la espalda”.

Aunque el miembro de la tripulación se recuperó y volvió a pescar, el accidente sacudió a Hansen.