Las Islas Canarias, en España, se encuentran en alerta máxima debido a la creciente amenaza de incendios forestales. Las autoridades advierten a residentes y turistas que extremen la precaución. La región se enfrenta actualmente a una peligrosa combinación de temperaturas abrasadoras, que alcanzan los 37 °C, y vientos secos e implacables que superan los 30 km/h. Estas duras condiciones climáticas han creado el entorno perfecto para la rápida propagación de los incendios forestales, lo que ha provocado la prohibición de diversas actividades al aire libre y un llamamiento urgente a una mayor vigilancia. Se recomienda, en particular, a los turistas británicos que tomen precauciones inmediatas para garantizar su seguridad durante este período de riesgo.
Se ha declarado alerta máxima en cinco localidades importantes de las Islas Canarias, incluyendo Tenerife, debido a la creciente amenaza de incendios forestales. Debido a las condiciones meteorológicas extremas que intensifican la amenaza, tanto residentes como visitantes tienen prohibido realizar diversas actividades habituales, mientras las autoridades trabajan para mitigar el creciente peligro de incendios en el archipiélago.
Las Islas Canarias, un popular destino vacacional ubicado frente a la costa noroeste de África, están experimentando actualmente condiciones climáticas severas. Una ola de calor abrasador, combinada con vientos secos y racheados, ha creado un entorno peligroso que, según advierten las autoridades, podría provocar la rápida propagación de incendios forestales. Se esperan temperaturas máximas que alcancen los 34 °C en algunas zonas durante los próximos días, y Gran Canaria se prepara para temperaturas aún más altas, de hasta 37 °C. Además del calor, se esperan fuertes vientos con ráfagas superiores a los 30 km/h que azoten las islas, lo que agravará aún más el riesgo de incendio.
A partir del lunes 28 de julio, a las 8:00 h, se activaron las medidas de prevención de nivel uno en Tenerife. Las alertas por incendios forestales también se extendieron a otras regiones, como El Hierro, La Palma, La Gomera y Gran Canaria. Afortunadamente, Lanzarote y Fuerteventura aún no se han visto afectadas por la alerta, pero la situación sigue siendo inestable y las condiciones podrían cambiar rápidamente según la evolución del tiempo.
Ante el creciente riesgo de incendios, el Gobierno de Canarias ha puesto en marcha el plan de emergencia contra incendios forestales INFOCA. Este incluye normas estrictas para prevenir actividades que puedan provocar un incendio. El uso de barbacoas y llamas abiertas está prohibido en zonas recreativas y al aire libre, incluyendo campings y espacios públicos en la montaña. También está prohibido fumar en zonas forestales, rutas de senderismo y cualquier zona de frecuente afluencia en regiones de alto riesgo. Estas medidas tienen como objetivo limitar los incendios provocados por el hombre, que se consideran un factor principal en la escalada de incendios forestales.
Además de estas restricciones, la alerta de nivel uno también prohíbe el uso de herramientas que generen chispas, como motosierras y desbrozadoras. Los fuegos artificiales también están prohibidos en zonas boscosas o cerca de ellas para reducir el riesgo de ignición. Las autoridades recomiendan a los residentes y visitantes que eviten entrar en zonas boscosas mientras dure la alerta, recalcando la importancia de la vigilancia en estas zonas de alto riesgo.
La alerta se produce tras un reciente incendio forestal en La Palma, una de las Islas Canarias, que se cree fue provocado por la actividad humana. Si bien la causa exacta del incendio sigue bajo investigación, las autoridades instan a la población a permanecer en alerta máxima y a reportar cualquier indicio de humo o fuego de inmediato llamando a los servicios de emergencia al 112.
Las Islas Canarias han sufrido importantes incendios forestales en el pasado, siendo los más notables los que asolaron Tenerife en 2023. Ese año, más de 15.000 hectáreas de terreno quedaron calcinadas y alrededor de 12.000 personas se vieron obligadas a evacuar. El incendio, que una vez más se atribuyó a un incendio provocado, puso de manifiesto la rapidez con la que los incendios pueden propagarse por las islas, especialmente durante los meses secos de verano, cuando la vegetación es especialmente vulnerable a la ignición. La rápida propagación de los incendios en la región ha suscitado preocupación sobre la capacidad de las islas para gestionar los riesgos de incendios forestales en el futuro, dada la creciente frecuencia e intensidad de estos fenómenos.
La alerta máxima actual en las Islas Canarias coincide con una tendencia general de escalada de incendios forestales en toda Europa. En la vecina Turquía, los incendios forestales se han cobrado vidas y han causado una devastación generalizada. Más de 1500 personas fueron evacuadas recientemente mientras los incendios seguían asolando las regiones sur y oeste del país. En una de las zonas más afectadas, un bombero perdió la vida trágicamente al intentar controlar un incendio en Bursa, la cuarta ciudad más grande de Turquía. Más de 2800 hectáreas de tierra fueron consumidas por las llamas en la región, lo que pone de relieve la gravedad de la amenaza de incendios en la cuenca mediterránea.
De igual forma, los incendios forestales han causado estragos en Grecia, con dos islas importantes y varias aldeas cercanas a Atenas sufriendo graves daños. Miles de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares, y el fuego destruyó al menos dos casas. La devastación ha generado preocupación generalizada, ya que las temporadas de incendios en toda Europa se han intensificado cada vez más, en gran medida debido a los efectos combinados del cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas.
Estos recientes incendios forestales, tanto en Turquía como en Grecia, son un duro recordatorio de la vulnerabilidad de muchas regiones mediterráneas a los peligros que plantean los fenómenos meteorológicos extremos. Mientras continúan los meses de verano, las autoridades de toda Europa se mantienen en alerta máxima, instando a residentes y turistas a seguir los protocolos de seguridad para mitigar el riesgo de nuevos desastres.
Las Islas Canarias se enfrentan actualmente a una de las temporadas de incendios forestales más peligrosas de los últimos tiempos, con una combinación de altas temperaturas, sequía y fuertes vientos que crea las condiciones perfectas para que los incendios se propaguen rápidamente. Las medidas de alerta máxima y prevención están diseñadas para garantizar la seguridad tanto de residentes como de turistas, pero la situación sigue siendo tensa. Ante el aumento de las temperaturas y el aumento del viento, se insta tanto a residentes como a visitantes a mantenerse informados, extremar la precaución y reportar cualquier indicio de incendio de inmediato. Dado que los incendios forestales se están convirtiendo en una preocupación creciente en muchas partes de Europa, es evidente que la vigilancia y las medidas proactivas serán clave para prevenir una mayor devastación.