María Corina Machado: “Lo único que le queda a Maduro es el terror”

La líder opositora venezolana, que vive escondida, asegura en una entrevista con EL PAÍS que espera “mucho más” de la comunidad internacional y sostiene que las elecciones presidenciales celebradas hace un año tarde o temprano forzarán la caída del régimen chavista: “Fue un mandato ciudadano”.
María Corina Machado, de 57 años, lleva casi un año escondida. El régimen de Nicolás Maduro la obligó a refugiarse en un lugar secreto tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, que marcaron un punto de inflexión en la historia reciente de Venezuela. El chavismo, que se atribuyó la victoria sin aportar pruebas que la certificaran, aceleró su declive, profundizando su control absoluto sobre todos los aspectos del Estado. Al mismo tiempo, el sector mayoritario de la oposición sostiene que Maduro y su entorno quedaron expuestos al mundo al rechazar las actas de votación que se hicieron públicas y que mostraron una contundente victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia .

El veterano diplomático se vio obligado a exiliarse en Madrid debido a la persecución de las autoridades, mientras que su principal partidario, Machado, lidera la estructura opositora venezolana. La líder más prominente de las fuerzas antichavistas habla con EL PAÍS por videollamada. Tras ella, el mismo muro desnudo que ha visto en cada una de sus apariciones desde finales de agosto del año pasado. En sus palabras, el mismo horizonte: «Tarde o temprano, Maduro se irá».

Pregunta. Un año después, ¿qué mensaje cree usted que dejaron las elecciones del 28 de julio?

Respuesta. El 28 de julio cambió la historia de Venezuela para siempre. Fue el resultado de una hazaña épica que, para mí, constituye una de las mayores victorias de los demócratas sobre los autócratas en este siglo. Durante 26 años, los venezolanos se han enfrentado a un régimen que se ha convertido en una tiranía feroz que no es una dictadura convencional, sino una estructura criminal que lo ha destruido todo: las instituciones, la economía, la infraestructura, las familias. El 28 de julio fue el resultado de años de lucha, de la organización de millones de personas que lo dieron todo. Y no solo logramos una derrota aplastante de Maduro, sino que lo que demostramos entonces es un hito. Y, obviamente, Maduro se irá. Tarde o temprano, lo derrocaremos porque ese fue un mandato ciudadano.

P. Pero tanto entonces como ahora, el chavismo se mantiene firme en el poder. ¿Cómo les explica esto a los venezolanos que libraron esa batalla, como usted dice, durante años?

R. Creo que es más difícil de explicar al mundo exterior porque los venezolanos siempre hemos entendido que esto era mucho más que una lucha electoral o política. Es una lucha existencial. No se trataba solo de enfrentar otra dictadura o sistema corrupto. Maduro nos ha declarado la guerra, una guerra que no queríamos porque somos demócratas. Cuando entramos en la lucha electoral, sabíamos que las condiciones no eran convencionales. Durante años, presenciamos el fraude del régimen y aprendimos a combatir su ingeniería electoral con inteligencia electoral. Ellos tenían las armas , y nosotros teníamos al pueblo.

A. Estos últimos 365 días han sido luminosos, en medio de todo el horror que vivimos, en el sentido de que la mayor valentía, resiliencia, disciplina e inteligencia de la sociedad venezolana han aflorado. Primero, hemos mantenido intacta nuestra voluntad de lucha a pesar de la represión, la tortura y las muertes. Nos hemos convertido en una organización clandestina porque nos persiguen y nos persiguen. Segundo, hemos logrado que el mundo entero reconozca la victoria de Edmundo González como presidente electo. Nadie lo duda. Pero también hemos logrado que Maduro vea lo que es: un violador de derechos humanos que ha cometido crímenes de lesa humanidad y que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, incurre en prácticas catalogadas como terrorismo de Estado. Y así es como estas organizaciones criminales comienzan a resquebrajarse y finalmente a derrumbarse.

P. Pero usted está escondido, Edmundo González tuvo que exiliarse en España y el chavismo mantiene el control total.

A. El régimen tenía dos opciones: aceptar la derrota, y les ofrecimos la posibilidad de negociar con incentivos y garantías, pero la rechazaron. Optaron por trasladarse a otro campo de batalla, un campo de batalla de balas, tortura, prisioneros y muertes. Hoy, Maduro solo tiene terror, un régimen de terror sostenido por la impunidad. En los últimos días, se han producido más de 35 desapariciones mientras se llevaba a cabo un intercambio de prisioneros del que se jactaban. ¿Por qué hacen esto? Primero, porque creen que no habrá consecuencias, y en esto creo que la comunidad internacional tiene una deuda con Venezuela. Y segundo, el régimen nos teme, porque aunque no se vean protestas masivas en las calles, saben que hay un país en crisis. Este proceso es irreversible, y el 28 de julio será el catalizador de la libertad de Venezuela.