La exposición prolongada a la contaminación atmosférica está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar demencia, según un nuevo estudio a gran escala realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge. El informe, publicado en The Lancet Planetary Health el jueves 24 de julio, es la evaluación más completa de su tipo, e incluye una revisión sistemática de 51 estudios y datos de más de 29 millones de participantes expuestos a contaminantes atmosféricos durante al menos un año.
Los hallazgos
El último estudio es el más completo de su tipo y encontró una asociación positiva y estadísticamente significativa entre tres contaminantes del aire comunes y la demencia.
Producidas principalmente por las emisiones de vehículos y centrales térmicas, las PM2.5 son partículas extremadamente finas con un diámetro de 2,5 micrómetros o menos. El estudio reveló que por cada 10 microgramos por metro cúbico (µg/m³) de exposición prolongada a PM2.5, el riesgo relativo de demencia de una persona aumenta un 17 % con respecto al valor basal. A modo de contexto, el nivel promedio de PM2.5 en la estación de monitoreo del ICA de contaminación de ITO de Delhi durante las últimas 24 horas (hasta las 16:00 del sábado) fue de 77.
NO₂: El dióxido de nitrógeno se produce principalmente debido a la quema de combustibles fósiles en vehículos, centrales térmicas y diversos procesos industriales. El estudio reveló que por cada 10 μg/m³ de exposición prolongada al dióxido de nitrógeno, el riesgo relativo de demencia aumentaba un 3 %. El nivel promedio de NO₂ en la estación de ITO durante las últimas 24 horas (hasta las 16:00 del sábado) fue de 83.
Hollín: El hollín o carbono negro PM2.5 proviene de fuentes como las emisiones de escape de vehículos y la quema de madera. El estudio indicó que el riesgo de demencia aumentó un 13 % por cada 1 μg/m³ de exposición prolongada al hollín. La Junta Central de Control de la Contaminación no informa por separado los niveles de carbono negro/PM2.5.