Rusia dijo el sábado que había capturado dos aldeas en Ucrania, incluida una en la región central de Dnipropetrovsk, lo que marca un nuevo avance en un área que en gran medida se libró de confiscaciones de tierras desde la invasión de Moscú en 2022.
Mientras tanto, los ataques nocturnos lanzados por ambos bandos se cobraron seis vidas: cuatro en el centro de Ucrania y dos en el oeste de Rusia, según funcionarios de ambos países.
El ejército ruso dijo que sus fuerzas habían “liberado el asentamiento de Maliyevka” en Dnipropetrovsk, semanas después de tomar el primer pueblo de la región (que no es una de las regiones ucranianas anexadas por Rusia).
En un mensaje separado el sábado, Moscú dijo que había “liberado el asentamiento de Zeleny Gai” en la región de Donetsk, en la frontera con Dnipropetrovsk, y agregó que era un bastión importante utilizado por Ucrania para proteger la región.
Con el apoyo de enjambres de drones, Rusia conquista nuevos asentamientos casi a diario, pero normalmente éstos quedan reducidos a escombros y vaciados de habitantes tras meses de combates.
La ofensiva de verano se produce a pesar del llamamiento de Estados Unidos para poner fin a la violencia y a las conversaciones de paz en Estambul, que hasta ahora no han producido ningún avance.
Nuevos avances rusos podrían dañar la economía y el suministro de energía de Ucrania, ya que Dnipropetrovsk y Donetsk, que han estado ocupadas desde 2014, son parte del corazón minero de Ucrania, en particular del carbón que alimenta la red eléctrica.